Albert Einstein y Natán Gesang se despiden en el Savoy Hotel

Del centenario de la Escuela Hebrea al cincuentenario del egreso del Colegio Nacional

Quienes se interesan al legado de Albert Einstein encontrarán en esta nota informaciones insólitas sobre lo que sucedió en el banquete de despedida y otros momentos que vivió el ilustre sabio durante su visita a la Argentina. Quienes guardan interés por las instituciones judías argentinas también verán recompensada su curiosidad dado que un importante establecimiento educativo de Buenos Aires continúa a llamarse Natán Gesang, sin que sean muchas las oportunidades de descubrir cuáles han sido las ideas y actuación de Natán en la vida comunitaria.

Para festejar el Centenario de la Escuela Hebrea Natan Gesang difundí una nota en la que busqué resolver los enigmas que planteaba la foto, tomada en marzo de 1925, de Albert Einstein con la Comisión Directiva de la Federación Sionista Argentina (FSA), en donde figuraba Natán Gesang. Para esa nota, me basé principalmente en las indicaciones que dejó Albert en su diario de viaje publicado en el volumen 14 de los “collected papers” (ver más adelante la bibliografía consultada). También había obtenido el testimonio de algunos de los descendientes de los dirigentes sionistas que aparecen en la foto con Albert.

Para los desmemoriados y los ancianos como yo, se reproduce aquí la icónica foto:

Albert Einstein y miembros de la Federación Sionista Argentina. A su derecha, Isaac Nissensohn, Presidente de la Federación; Natán Gesang, Luis Sverdlick, José Lutzky. A la izquierda de Albert, Bension Mossinson, delegado de la Organización Sionista Mundial; Wolf Nijensohn; José Mendelsohn (periodista del Idishe Zeitung), Marcos Rosovsky. Foto tomada en la residencia de la familia Wasserman, en Zabala y Villanueva (actualmente la Embajada de Australia), en el barrio de Belgrano, Ciudad de Buenos Aires.

Si bien los discursos de Albert han sido publicados y estudiados por los especialistas de la física y de la historia de las ciencias, me parece importante también saber qué fue lo que le tocó escuchar a Albert cuando los dirigentes comunitarios tuvieron la oportunidad de decir lo que pensaban sobre su visita.

En esta nota, con la amable complicidad de Sabrina Wollveiler en Buenos Aires, obtuve algunos artículos de periódicos que informaron sobre los encuentros que Albert tuvo con la comunidad judía. Sabrina consultó en la hemeroteca de la Biblioteca Nacional la colección del Semanario Hebreo, un periódico de la época que relató en varias páginas de su edición del 25 de abril 1925 lo que había sucedido en el homenaje que la comunidad organizó en el Savoy Hotel (la foto de la página correspondiente del Semanario Hebreo se agrega al final de esta nota).

El Seminario Hebreo transcribió, poniendo los párrafos entre comillas, el discurso de Natán Gesang, el dirigente encargado de exaltar la personalidad del homenajeado. Conservo las comillas cuando retomo las expresiones del periodista que dio cuenta del evento.

Natán descorcha el champaña y entrega un diploma a Albert

Al terminar su estadía en Argentina, la comunidad judía organizó un evento para homenajear a Einstein. El banquete fue el domingo 19 de abril de 1925, el acto comenzó a las nueve y media de la noche y terminó a la medianoche en el salón de gala del Savoy Hotel.

La iluminación del salón era “feérica”, los adornos florales eran múltiples y se había convocado a una numerosa y selecta concurrencia. Más de cien delegados de las sociedades israelitas participaron en un evento que fue histórico para el judaísmo argentino “que supo apreciar en debida forma el alto significado que, para nosotros, reviste la presencia en el seno de la colectividad del sabio [de los] sabios contemporáneos, del fiel y orgulloso hijo de nuestra raza”.

A las diez de la noche, Albert entró en el salón, siendo recibido con calurosos aplausos por el público que “se puso de pié” en su honor. Descorchado el champaña, Natán tomó la palabra en nombre de la colectividad judía de Buenos Aires. Prolongados aplausos acogieron las conceptuosas palabras de Gesang, “distinguido miembro del Directorio Sionista local”.

Después del consabido agradecimiento del homenajeado, “acalladas las demostraciones de aprobación de parte del público, entregó el señor N. Guesang al profesor Einstein el pergamino recordatorio, indicando que este pergamino es un símbolo de la Thora, que también en pergaminos se escribe, es un símbolo de la sabiduría de Einstein y de su fiel adhesión al judaísmo”.

A insistentes pedidos del público, cerró el acto “el Doctor B. S. Mossenhon”, quien improvisó un discurso como los que él sabe hacer, narrando diversos recuerdos personales de su actuación con Einstein en los Estados Unidos expresando su voto de que Einstein sea pronto profesor en la recién inaugurada Universidad de Jerusalén.

Según las informaciones disponibles, desde la sede de la Organización Sionista que se encontraba en ese entonces en Londres, se organizó el traslado de Mossinson desde Palestina a la Argentina. Gesang se había desempeñado en Londres antes de instalarse en Buenos Aires, donde fue uno de los responsables de contribuir a la difusión del sionismo entre los miles y miles de judíos que llegaban entonces a la Argentina.

Mossinson y Einstein, viajeros frecuentes. Albert incómodo

Mossinson y Albert se conocieron cuando se formó la delegación que se embarcó en el puerto británico de Plymouth y bajaron en Nueva York el 2 de abril de 1921. Haim Weizman y Menajem Ussishkin también fueron parte de la delegación. Ese viaje tuvo una gran trascendencia para obtener que la comunidad judía americana apoye la creación de la Universidad Hebrea en Jerusalén y cimentó la estrecha relación que mantuvieron por el resto de sus vidas Einstein y Weizman. Elsa Einstein y Vera Weizmann viajaron con sus maridos.

Algo menos de dos años después del viaje por Estados Unidos, en febrero de 1923, mientras se encontraba bajo Mandato británico, Einstein fue a Palestina y nuevamente Mossinson estuvo entre los dirigentes que lo rodearon desde su llegada. El 8 de febrero, Mossinson lo condujo en coche a Herzlia y luego a Tel Aviv. Mossinson era el director de una escuela secundaria que Einstein visita en Herzlia. En Tel Aviv, se lo designa a Albert ciudadano honorario de la ciudad. En esas circunstancias, Mossinson se permitió decir que Einstein estaba estudiando hebreo y confiaba en que pronto estaría en condiciones de dictar clases, en hebreo, en la Universidad de Jerusalén (Rosenkranz, 2011, pág. 151). Estas declaraciones de Mossinson provocaron un gran entusiasmo en la gente que seguía la comitiva del ilustre visitante.

Zeev Rosenkrantz, uno de los responsables de la edición de los “collected papers” y autor de un libro especialmente dedicado a este período de la vida de Einstein, señala que lo expresado por Mossinson no era cierto. Einstein no se había puesto a estudiar hebreo ni tenía la intención de instalarse en Jerusalén. Según ese autor, Mossinson explotó “cínicamente” el hecho que Einstein no sabía hebreo (Rosenkranz, 2011, pág. 170). 

En el Savoy, como en Tel Aviv, Mossinson volvió a comportarse de manera poco amable al decir que Einstein debería ser profesor en Jerusalén. Gesang fue incluso más lejos al acabar su alocución sugiriendo que Einstein asumiera el cargo de rector de la Universidad. Como se verá en seguida, el discurso de Natán contiene otras consideraciones que seguramente no le fueron simpáticas a Albert. 

La inauguración de la Universidad Hebrea en el Coliseo

La visita de Einstein fue un momento intenso para la comunidad judía en la Argentina. Albert visitó y conoció distintas instituciones (el Asilo de Huérfanos, el Hospital Israelita, dio su nombre a una escuela, se hizo socio honorario de la Hebraica, etc.) aunque se mantuvo a una distancia prudencial de las sinagogas. Además, la presencia de Einstein en Argentina coincidió con la inauguración de la Universidad en Jerusalén. Los diarios nacionales difundieron las informaciones sobre el acontecimiento que se desarrolló en las colinas de Jerusalén mientras que Einstein se encontraba en la llanura argentina.

En al menos dos oportunidades, el Dr. Isaac Nissensohn, el Presidente de la FSA, presentó la personalidad de Einstein. El 6 de abril de 1925, se realizó en el Teatro Coliseo un gran evento para celebrar la inauguración de la Universidad. Según el relato de La Prensa, publicado el 7 de abril, al destacar el Dr. Nissensohn la presencia del sabio Einstein, “el público aclamó deliradamente al distinguido hombre de ciencia”.

En el Coliseo, se sucedieron otros oradores cuyos discursos se resumieron en La Prensa (ver el anexo documental): el doctor Calvo, habló en representación del gobierno de la Provincia de Buenos Aires; el doctor Nuñez Regueyro, cónsul del Uruguay en Rosario, le dio un toque oriental al acto porteño; el ilustre sabio, presentó su breve discurso en alemán y cerró la lista de oradores el indispensable doctor Bension, quien pronunció su discurso en idish

Me importa destacar este bellísimo párrafo del discurso del doctor Alfredo L. Palacios, Decano de la Facultad de Derecho de La Plata,  “quien comenzó saludando en Einstein a los representantes de la Universidad de Jerusalén, cuyo valor es tan enorme, dijo, como la reconstrucción del templo de Jerusalén ante las ruinas del cual los judíos se prosternaban llorando lágrimas que eran a la vez de dolor y demostrativas de la imperecedera voluntad y conciencia del pueblo de Israel respecto de su solitaria y errabunda peregrinación en procura de su renacimiento”.

No me cabe ninguna duda de que el periodista transcribió fidedignamente estas inspiradas palabras del Dr. Palacios. Si bien acepto que Mossinson haya pronunciado su discurso en idish dado que la gran mayoría del público judío entendía ese idioma, me surgen dudas cuando se pone en boca de ese orador la frase de que el idioma idish “será el que se usará en la nueva Universidad de Jerusalén”. Fue un tema particularmente delicado, discutido desde antes de la fundación de la Universidad, si se debía reservar el hebreo para la enseñanza de los temas judíos y los temas no judíos se deberían dictar en alemán y árabe. Luego de una intensa discusión que resume Wikipedia, primó la posición que, en la Universidad Hebrea, el lenguaje de la ciencia debía ser el hebreo.

En las oficinas de la FSA, antes de reunirse con el pleno del Consejo Directivo, el Dr. Nissensohn consideró al profesor Einstein como un “sabio alemán” y se refirió a sus ideales sionistas por pertenecer a la raza hebrea (La Época, de fecha 17 de abril de 1925). Por su parte, La Prensa, en la misma fecha, indicó que el Dr. Nissensohn había destacado las cualidades de Einstein de “sionista franco y decidido y el apoyo que siempre presta a la causa nacional hebrea”. La Prensa hizo saber que Einstein había llegado al local de la FSA acompañado por el Presidente Nissensohn y del señor Natán Gesang.

A diferencia de otros encuentros, en el Savoy, donde se celebraba el último acto de la visita, Gesang tenía la oportunidad de hacer una declaración en la que se podía explayar sobre lo que le inspiraba la visita del ilustre visitante. En los párrafos siguientes se transcriben extractos de la declaración de Gesang publicada en el Semanario Hebreo.

Einstein, orgullo del judaísmo. Heine, Borne, Lasalle, Marx: genios malos

“Me fue conferido – [Natán Gesang] empezó diciendo -, el gran honor de saludar en nombre de los representantes de las instituciones judías locales, que de hecho constituyen la Kehila judía, a nuestro gran hermano, el profesor Alberto Einstein”.

“Sabemos todos, que se encuentra entre nosotros ahora el más grande genio de nuestro tiempo, quien a pesar de su judaísmo y de su condición de alemán, obligó al mundo, a los gobiernos, sabios, políticos y estudiantes a estar ante él con la cabeza descubierta, llenos de respeto y de admiración”.

Estamos acostumbrados a que nuestros genios nos cuesten mucho, y no nos den nada. Este fue el caso de Heine y de Borne, de Lasalle y Carlos Marx, para quiénes su judaísmo fue una desgracia de la que trataron de escapar: por ellos tuvimos que sufrir la acusación de que fueron judíos los que deshonraron la literatura alemana y los que destruyeron las bases del orden social” [ver más adelante el acápite sobre “los genios que cuestan”] [ver más adelante el acápite “Einstein: claudicaciones en ciertos judíos”].

Einstein, intérprete de la doctrina sionista

“Einstein, en cambio, es de los que dan a su pueblo, todo lo que poseen, y por eso nos sentimos con él, más orgullosos y fuertes. Permítaseme decir que Einstein no es solo un maestro en sus teorías, sinó que también puede serlo considerado en materia de interpretación de la doctrina sionista”.

“Conozco el sionismo y todos sus investigadores, conozco las disensiones en su respecto, sus interpretaciones y matices, pero una interpretación como la que Einstein dio ayer desde la tribuna de la “Asociación Hebraica”, no la he oído nunca” [ver más adelante Einstein: Definición del sionismo].

“Nos mostró que el sionismo resuelve todas nuestras necesidades sociales y espirituales, y si no se ocupó de la satisfacción de las de orden material, de que gracias al sionismo, se suprimirán los pogroms y las persecuciones, y que el sionismo aspira a dar, a los judíos que viven en Palestina, una existencia segura, es porque el profesor Einstein es todo espíritu, para él es lo espiritual una finalidad en sí, un objetivo propio. El no quisiera que los judíos vayan a Eretz Israel como vienen acá, a acumular riquezas,sinó que vuelvan a Palestina a renovar allí el genio judío, a prolongar allí la áurea cadena de la grandeza hebraica, de la ciencia hebraica del espíritu hebraico”. 

Gesang critica a los judíos que llegaron como colonos a la Argentina y vienen a acumular riquezas. Sin embargo, en las siguientes consideraciones de su discurso, Gesang observa que ha sido un progreso que los judíos hayan obtenido algún bienestar producto de las labores agrícolas en las colonias.

La colonización judía en Argentina en los libros de contabilidad del judaísmo universal. Adhesión de la J.C.A. a la Agencia judía

“Permítaseme – continuó el señor Gesang – declarar que lamento de veras que el profesor Einstein, no haya podido visitar las colonias judías del país, y convencerse de que nuestros colonos, poblaron vastas y desiertas extensiones argentinas, y las fertilizaron, creando ingentes riquezas para las provincias. Todo esto se hizo gracias al noble filántropo israelita Barón Moisés Hirsch que fue el iniciador de la colonización judía en la Argentina. Si hay quienes deploran profundamente la temprana muerte del Barón Hirsch, somos nosotros los sionistas, porque estamos seguros que sería hoy uno de los fuertes apoyos del sionismo y de la reconstrucción de Eretz Israel. Esperamos que su heredera, la J. C. A., escuchará al fin el llamado de la opinión pública judía, y comprenderá cual es su deber, como institución israelita, cumpliendo la voluntad de todo el pueblo judío, y siguiendo el ejemplo del judaísmo norteamericano de incorporarse a la Agencia Judía, a pesar de que rechazó ya una vez las sugestiones de Weitzmann”.

“A Vd. Señor profesor corresponde hacer oír ahora su voz, reclamando a la J. C. Associatión, su participación en la Agencia”.

“La colonización israelita en la Argentina es un gran crédito que nosotros judíos de este país inscribimos en los libros de contabilidad del judaísmo universal”.

“Dos cosas hemos demostrado con esto: primero que es falso que nosotros los judíos hemos nacido para comerciantes y especuladores, banqueros y hombres de bolsa, demostramos que somos capaces de ganarnos el pan con duro trabajo, con sudor y con sangre como lo hacen aquí nuestros colonos. Pusimos al mismo tiempo en evidencia que es falsa la ideología asimiladora, que niega el judaísmo el carácter de nación, afirmando que si aún constituyen una unidad orgánica, es porque viven juntos en masas compactas, en grandes centros, con un ambiente propio y un propio idioma, y que si se desparramara el judaísmo entre los pueblos, desaparecería inmediatamente, porque le falta la fuerza de cohesión nacional. Pero vinieron los judíos de la Argentina y demostraron que aún lejos de nuestros ambientes tradicionales, siguen manteniéndose como nación, y justamente los judíos perdidos en las vastas pampas argentinas son los portaestandartes del sionismo, y cuando siegan el trigo, que henchirá las bodegas de los barcos que lo llevaran a los países de ultramar, siegan también la cosecha para el Fondo Nacional Judío”.

Einstein, rector

El periodista asegura que Gesang expresó el deseo de que “podamos ver a Einstein como rector de la Universidad de Jerusalén”. Prolongados aplausos acogieron las conceptuosas palabras de Gesang.

Cauta respuesta de Albert

Einstein tomó luego la palabra y, en una breve alocución agradeció el honor que se le hacía, el honor que le hacía la colectividad israelita de Buenos Aires. Agradeció también a Gesang por su instructivo discurso que le explicó el verdadero estado del judaísmo argentino.

Albert subrayó la satisfacción que le producía ver que, en ese acto, participaban israelitas de todas las tendencias y orientaciones ideológicas. El hecho de que tengamos aquí representantes de todos los matices del judaísmo, es una prueba palmaria de nuestra salud espiritual.

Al final, levantando su copa por el bienestar de la colectividad hebrea de la Argentina, volvió a agradecer la calurosa recepción que se le hizo, que lo conmovió profundamente y que quedará para siempre en su memoria.

Estas pocas y sentidas palabras fueron saludadas con estruendosos aplausos y ovaciones.

Einstein: definición del sionismo

Declaración sobre el nacionalismo y el sionismo al visitar la sede de la Federación Sionista Argentina, el 16 de abril de 1925, publicada en la página 1 del Mundo Israelita de 18 de abril de 1925, reproducida en “collected papers”, Appendix I, pág. 974:

“Desde mi punto de vista ideológico, sería deseable una humanidad sin divisiones; pero como esto parece imposible para hoy, ni se vislumbra para mañana, el nacionalismo se justifica como un hecho en la práctica y por lo tanto también se justifica el sionismo, que es una solución de dignidad para el estado moral, cultural y nacional, no sólo de los judíos que formarán su hogar nacional en la Palestina, sino del judaísmo en general, del cual quedará como motivo de cohesión y una razón de ser”.

Einstein: claudicaciones de ciertos judíos

Extractos de la conferencia del 18 de abril de 1925, auspiciada por la Asociación Hebraica en el teatro El Capitol, publicada en La Prensa, el 19 de abril de 1925, reproducida en el anexo documental y en “collected papers”, Appendix K, pág. 992

… Dijo el sabio que hace mucho tiempo, cuando no se hablaba de una patria para los judíos, éstos estaban diseminados por el mundo, mejor dicho, por el mundo occidental. De este modo, agregó, los judíos vivían en un ambiente alemán, francés, o italiano, o de cualquier otra nacionalidad, pero en ninguna parte gozaban de los mismos derechos de todos los ciudadanos o súbditos de cada país. […] Sin embargo el judío se adaptaba; puesto en contacto con una civilización que no era las suya, la adoptaba y estudiaba su ciencia – patrimonio intelectual del Occidente – y así iba perdiendo poco a poco su personalidad espiritual.

       Se explican de este modo estas claudicaciones de ciertos judíos, pues algunos se hicieron bautizar y otros llegaron a olvidar completamente sus caracteres de tales. Pero de esto no hay que culpar demasiado a ellos, pues muchas veces debieron hacerlo, no por falta de dignidad, sino para rehuir las hostilidades de que eran objeto.

Sobre los genios malos 

Las cuatro personalidades alemanas que, según Gesang, le habrían causado problemas al judaísmo son Henri Heine, Karl Ludwig Börne, Ferdinando Lasalle y Marx, Karl.

Henri Heine nació en una familia judía de Dusseldorf en 1797, se convirtió al cristianismo (protestantismo) en 1825, lo que le permitió ser admitido en la Universidad de Göttingen y obtener un doctorado en derecho. Heine no soportó el ambiente represivo de la sociedad alemana y se instaló en Paris donde falleció y fue enterrado, en 1856. Heine fue uno de los fundadores de la literatura alemana. En algunos de sus poemas, se reflejaron las ideas marxistas y su tristeza por haberse alejado de las tradiciones judías, según dicen quienes conocen su obra. Heine también tuvo simpatía por las ideas de Ferdinando Lasalle, el fundador de la social-democracia alemana. En 1840, Heine publicó un libro sobre Ludwig Börne.

Karl Ludwig Börne había nacido una década antes que Heine, en 1786, en Frankfurt en una familia judía de banqueros. Se llamaba al nacer Loeb Baruch. Börne se convirtió al protestantismo en 1818. Al igual que Heine, se instaló en Paris en 1830 para vivir en un ambiente más liberal que el que imperaba entonces en las ciudades prusianas. Se lo considera a Börne el fundador del periodismo alemán moderno.  

Ferdinando Lasalle no escapó del judaísmo. Lasalle había nacido en 1825 en Breslau/Bresalavia, en Prusia y murió en 1864, en Carouge, a las afueras de Ginebra, como consecuencia de heridas recibidas en un duelo. Cumpliendo con su pedido, Lasalle fue enterrado (y sigue enterrado) en el cementerio judío de su ciudad natal, que es actualmente Wrocław y se encuentra en Polonia.  Lasalle fue un importante pensador socialista que se opuso a Marx y a los marxistas. Lasalle participó en la fundación del primer sindicato alemán y del partido social-demócrata alemán. Lasalle recibió insultos antisemitas de Marx. Eduard Bernstein, otro pilar de la social-democracia europea, publicó en 1893 un estudio detallado sobre la vida y las ideas de Lasalle. Según los especialistas, Einstein había considerado que las obras de Bernstein influyeron en su propia decisión de dedicarse a la ciencia. 

2022: el debate sobre los genios malos continúa en el Parque México

En Buenos Aires, compré dos libros que leí rápidamente: Sarmiento, de Martín Caparrós, y Spinoza en el Parque México, de Enrique Krauze. La reflexión sobre la personalidad de Sarmiento, un anciano para la época en la que asume la presidencia, y la soledad que siente desde el instante en el que alcanza el poder, es una reflexión profunda y en línea con el estilo de lo que nos enseñaron en el Colegio al que Martín también frecuentó. El relato sobre el fin de semana que pasa Sarmiento con Urquiza en la residencia entrerriana del Palacio de San José es particularmente inspirado. Pocos años después del asesinato de Urquiza se asentarían en Entre Ríos los judíos colonizados por la Jewish Colonization Association.

En su obra, Krauze cuenta cómo llegó su familia a México y su escolaridad en el Colegio Israelita de México (CIM), de 1952 a 1964. El CIM había sido fundado en 1924, el año en que Einstein visita Argentina, algo que yo dejé pasar por alto en mi nota anterior pero que me fuera oportunamente señalado por Daniel Nijensohn, casado con Goldie, una ex alumna del CIM y descendiente de uno de los líderes sionistas que se sacó la foto con Albert.  

En todo caso, el libro es muy esclarecedor sobre la trayectoria intelectual de Krause aunque algunos se abstengan de recorrer un libraco de más de setecientes páginas. En reiteradas oportunidades, Krauze menciona a los “genios malos” de Gesang – en particular a Heine y a Marx. Un denso capítulo de la obra retoma el título de un ensayo de Isaac Deutscher, The Non-Jewish Jew, publicado por su viuda en 1968 y reimpreso en 2017, en el que también se explica lo importante que resulta considerar la contribución que han hecho a la humanidad los denominados “genios malos”.

En su discurso, Gesang incorporó la posición de aquellos que se concentraron en la ascendencia de Börne y Heine para atacar la creación literaria de los dos grandes escritores. Al igual que Einstein fueron víctimas del antisemitismo y de quienes sostenían que su obra había deshonrado a la cultura alemana. Estas personalidades sobresalientes contribuyeron a la humanidad y al judaísmo. 

En su respuesta, Einstein tuvo la generosidad de puntualizar que fueron las circunstancias que llevaron a que algunos judíos hayan dejado de lado sus tradiciones ancestrales, sin que ello haya logrado alterar la dignidad de la persona ni la producción intelectual de quienes aceptaron el bautismo.

Sobre la incorporación de la J.C.A. a la Agencia Judía

Isaac Starkmeth, el Director de la J.C.A. en la Argentina, tuvo un rol principal y activo para que se concrete la visita de Einstein a la Argentina. La invitación a Einstein se formalizó en una correspondencia de la Asociación Hebraica. La comunicación de fecha 9 de enero de 1924 invitando a Albert a visitar la Argentina fue firmada por Mauricio Nirenstein e Isaac Starkmeth, respectivamente el Secretario y el Presidente de la Asociación Hebraica. En el punto 7 de la invitación se dejó planteada la posibilidad de extender el viaje de Albert a las colonias judías [documento 193, “collected papers”, pág. 312].

Dans le cas où la colonisation agricole israélite argentine, œuvre du Baron de Hirsch, laquelle a acquis un grand développement et une notoriété générale vous intéresse, le Directeur Général des Colonies argentines de la «Jewish Colonization Association » qui est aussi le Président de la « Asociación Hebraica » se fera un plaisir et de vous inviter et de vous faire visiter ces colonies.

Los aspectos financieros de la visita se resolvieron con una donación que asumió la Hebraica de 4.600 pesos argentinos (1.500 dólares de la época). Sin embargo, la Hebraica no era una institución sionista.

El banquete en el Savoy reunía a todas las entidades judías que habían auspiciado la visita y supongo que Starkmeth tenía un lugar de honor en la mesa. ¿Por qué se le ocurrió a Gesang sugerir la integración de la J.C.A. en el movimiento sionista? Sería interesante que alguien busque en los archivos de la J.C.A. depositados en Jerusalén si acaso alguna vez esta audaz idea se desarrolló. Conjeturo que la idea no fue muy lejos dado que la J.C.A., al igual que las otras instituciones auspiciadas por los herederos del Barón Mauricio, mantuvieron su autonomía respecto del sionismo.

Gesang aludió a la temprana muerte del Barón. El Barón Mauricio de Hirsch había fallecido casi 30 años antes de la visita de Albert, en 1896, a los 64 años de edad. 

Celebrar el centenario de la visita de Einstein

 Albert destacó que, en su homenaje, habían participado israelitas de todas las tendencias y orientaciones ideológicas. Para Einstein, reunir a todos los matices del judaísmo, era una “prueba palmaria de nuestra salud espiritual”.

No son muchas las “pruebas palmarias” en los que se han asociado a todos los matices de la comunidad judía en la Argentina. Por eso que, en mi próxima nota, me ocuparé de las circunstancias que vivió la AMIA, en 1947-1948, cuando la Comisión Directiva estuvo integrada por “todas las capas sociales y tendencias culturales de la colectividad” y los representantes de las “más diversas tendencias espirituales” participaron en los debates, según se afirma en la Memoria y Balance General de 1947.

La visita de Einstein muestra el lugar central que tenía, en ese momento, la Argentina. Desplazarse a la Argentina tenía un sentido comparable a las visitas que Einstein hizo a Estados Unidos, a Palestina al igual que a otros países importantes de la época. Sigo pensando que hay algo mágico que, entre los interlocutores sionistas con los cuales interactuó Albert en Buenos Aires, se haya encontrado Natán Gesang. Al fallecer Gesang, se le atribuyó su nombre a una “escuela moderna” en la que mi familia se involucró durante décadas y en la que yo y mi hermana fuimos muy felices alumnos.

El aula magna del Colegio, las Universidades de Buenos Aires y de La Plata, las Academias científicas siguen existiendo. Los dos científicos que más se han ocupado de la visita de Albert han sido Eduardo Ortiz y Alejandro Gangui.  Eduardo Ortiz, doctor y profesor de matemáticas de la Facultad de Ciencias Exactas, figuró entre los cesanteados en 1966 y falleció en 2022, a los 90 años, en Londres, donde fue profesor de matemáticas e historia de la ciencia en el Imperial College. Eduardo Ortiz es investigador del CONICET.

Un joven historiador cordobés, Alejandro Dujovne, se ha interesado a los aspectos comunitarios de la visita de Albert. 

También subsisten en Buenos Aires algunas instituciones comunitarias: la Hebraica y la Organización Sionista Argentina, la Escuela Hebrea Natan Gesang. Sin embargo, desde la visita de Albert, desaparecieron los huérfanos y los enfermos judíos, dado que no funciona más el Asilo de Huérfanos ni el Hospital Israelita.

De los dirigentes sionistas que se sacaron la foto, yo mantengo una simpática relación con los Lutzky – Horacio y Leandro. Cumpliendo con la tradición familiar son aguerridos periodistas y se han implicado en la política y los temas comunitarios. En el mismo número del Seminario Hebreo que se habla del banquete de despedida de Albert, el ancestro José Lutzky publicó un largo reportaje sobre su viaje a Rosario para recaudar fondos para la instalación de judíos en Palestina que se reproduce en el anexo documental.

Fabricio Gesang es un exitoso empresario.  

Sin mucho tardar, se debería identificar quiénes son las personas y las instituciones interesadas en celebrar el centenario de la visita de Albert a la Argentina.

Propuestas de investigación

  • Reunir el material y escribir una biografía sobre Natán Gesang, cuál fue su actuación, en nombre de la FSA, en los congresos sionistas mundiales y conocer más su desempeño en la FSA.  
  • ¿Acaso en el Idishe Zeitung se ha publicado alguna nota sobre el encuentro de Albert con la FSA? En la foto de la FSA con Albert, aparece José Mendelsohn, que sería periodista de ese diario.
  • ¿En los Archivos de la J.C.A. hay algún documento que muestre que hubo alguna vez algún intento de obtener que la J.C.A. adhiera a la Agencia Judía?

Bibliografía consultada

Dujovne, Alejandro, Einstein y la comunidad judía argentina, en Visitas culturales en la Argentina 1898-1936, coordinado por Paula Bruno, Biblos, 2014.

Rosenkrantz, Ze’ev, Einstein Before Israel: Zionist icon or iconoclast?, Princenton University Press, 2011.

The collected papers of Albert Einstein, The Berlin Years […], volume 14, Princenton University Press, 2015.

Anexo documental

Einstein [editorial], Seminario Hebrero, 25 de abril de 1925, pág. 1

El acta de homenaje a Einstein en el Savoy Hotel, Seminario Hebreo, 25 de abril de 1925, pág. 3

Einstein en el Hospital Israelita, Discurso de Einstein en el “Capitol”, “Los fundamentos del sionismo” [conferencia del Dr. B. Mossensohn], Seminario Hebreo, 25 de abril de 1925, pág. 7

Impresiones de un viaje por el Keren Hayesod, por José Lutzky, Seminario Hebreo, 25 de abril de 1925, págs. 9 – 10

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